ANIMALES SALVAJES

Una madre y su hija rescataron a un bebé mapache hace 4 años, y él sigue visitándolas para saludar

No importa cuán independientes sean los animales, ninguno está exento de sufrir algún percance o accidente que requiera ayuda humana de vez en cuando. Para los animales considerados salvajes, que viven en bosques u otros hábitats, puede ser muy difícil encontrar y recibir apoyo. Sin embargo, hay personas dispuestas a hacer todo lo posible por ayudar a un amigo peludo.

Esta es la hermosa historia de Nikki Robinson y su madre, Linda, quienes formaron un vínculo especial con **Little Hands**, un mapache cariñoso y agradecido.

Nikki y Linda viven en Canadá, un país conocido por su abundante población de mapaches, por lo que no es raro cruzarse con estos pequeños amigos. Ambas son apasionadas por la naturaleza y la vida silvestre. En 2017, mientras volvían a casa, encontraron a **Little Hands** al costado del camino, asustado y necesitado de ayuda. Sin dudarlo, lo llevaron a casa y se convirtieron en sus salvadoras.

**Little Hands pasó más de 5 meses con ellas, tiempo en el que recibió todo el amor y cuidado que necesitaba.**

Al principio, fue limpiado, calentado, rehidratado y alimentado con mucho cuidado. Linda y Nikki hicieron un excelente trabajo manteniéndolo seguro, aunque pronto descubrieron que este pequeño era también bastante travieso. Un día, se escapó de su caja y se escondió entre los zapatos. Finalmente, fue encontrado gracias al increíble sentido del olfato del perro de la familia.

Little Hands no era el único animal en el hogar; la familia ya tenía mascotas rescatadas. De hecho, llegó el mismo año en que Linda adoptó a un perro de rescate, con el que creció y formó una gran amistad. Su convivencia con otros animales demostró que todos pueden llevarse bien cuando crecen en una familia llena de amor.

**El plan de Linda y Nikki era preparar a Little Hands para que pudiera reintegrarse a la naturaleza.**

Aunque pasaba mucho tiempo con ellas, también salía a explorar, siempre sabiendo que podía regresar en cualquier momento. Cuando estuvo listo, fue liberado en su hábitat natural. Pero incluso ahora, 4 años después, este mapache adulto sigue regresando para visitar a su familia humana.

Little Hands tiene un vínculo especial con Linda, quien fue su principal cuidadora. A menudo vuelve a la puerta de su casa, se sienta en su regazo, la abraza y pasa tiempo con ella. Es posible que este sea su modo especial de agradecerle todo lo que hizo por él, o quizás simplemente la extraña.

La historia de Little Hands nos recuerda que los animales, incluso aquellos considerados salvajes, tienen la capacidad de sentir, amar y ser agradecidos. Este mapache demostró que, con amor y cuidado, es posible crear un vínculo afectuoso y duradero. ¿No crees que deberíamos tener esto en cuenta cuando nos cruzamos con uno de estos pequeños amigos peludos?

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