Nadie Notó a Este Perro en el Refugio Durante Semanas — Hasta Que Alguien Le Sacó una Foto

Durante semanas, nadie notó al mestizo de pitbull en el refugio.

Sheldon, un perro de aproximadamente 2 años, llegó al refugio de Maricopa County Animal Care and Control a finales del 2016. Sabía órdenes básicas como “siéntate” y “dame la pata”, lo que sugería que había tenido una familia. Sin embargo, nadie vino a reclamar a Sheldon, y terminó quedándose en el refugio más de 30 días.

“No noté que alguien preguntara por él”, comentó Heather Haltmeyer, una de las voluntarias del refugio. “Nunca lo vi en una reunión de adopción. Es desafortunado, pero en cualquier momento dado, tenemos entre 600 y 800 animales en nuestros dos refugios, así que pueden imaginar lo difícil que es para un pitbull destacarse entre otros 600 pitbulls.”

Pero hubo alguien que sí lo notó: la propia Haltmeyer, quien trabaja como fotógrafa en el refugio.

“Estaba junto a uno de los perros que solía sacar regularmente, así que seguía viéndolo mientras saltaba arriba y abajo y movía la cola dentro de su jaula, como diciendo: ‘Mírame, mírame'”, compartió Haltmeyer. “Tenía los labios rosados más adorables.”

Cuando Haltmeyer sacó a Sheldon para una sesión de fotos, se dio cuenta de qué personaje tan único era.

“Tenía esta expresión adorable y un rostro un poco caído”, comentó Haltmeyer. “Instantáneamente pensé en esos anuncios de ‘adopta, no compres’ con un perro gracioso con cara gruñona, como: ‘Mi cara cuando me dices que compraste tu perro a un criador’. ¡Pero él es súper amigable, para nada gruñón!”

Sheldon demostró ser un verdadero modelo frente a la cámara. “No era tímido”, dijo Haltmeyer. “Parecía disfrutar de toda la atención.”

Al día siguiente, Haltmeyer publicó fotos de Sheldon en Facebook, y las imágenes rápidamente le encontraron un hogar. Pocas horas después de que las fotos se compartieran, una mujer llamada Emily Chmiel contactó al refugio. “Me enamoré de sus expresiones serias en las fotos y supe que tenía que estar en mi casa”, comentó Chmiel.

Chmiel lo adoptó al día siguiente y lo rebautizó como Castiel.

Ahora, Castiel vive con cinco gatos, a los que adora, aunque Chmiel dice que los gatos a veces lo regañan.

Más allá de ser mandado por los gatos, a Castiel le encanta correr por el patio de Chmiel y acurrucarse en el sofá.

“Adoro su personalidad y su energía”, dijo Chmiel. “Ya me sigue por todos lados.”

Haltmeyer está encantada de que sus fotografías ayudaran a Castiel a encontrar un hogar para siempre. “Creo que fueron las fotos lo que atrajo a su nueva familia, y eso se siente increíble”, comentó Haltmeyer. “El objetivo de todo esto es captar la atención de las personas y ayudar a los perros que de otra manera podrían perderse entre la multitud.”