GATOS

“Los gatos no fueron creados para ser esclavos” – Mark Twain

El creador de “Tom Sawyer” afirmó en cierta ocasión que si los gatos y los humanos pudieran cruzarse, la raza humana mejoraría, mientras que la felina sufriría mucho.

Aseguró que los gatos son los únicos seres vivos que no fueron creados para la esclavitud. Durante toda su vida, los gatos ocuparon un lugar especial en el corazón del escritor. En Connecticut, tenía varios gatos a los que les daba nombres complicados y hermosos: Apollinaris, Zoroastro, Blatherskite.

En las obras de Twain tampoco hay gatos sin nombre, al contrario, sus nombres son incluso más elaborados que en la vida real: General Grant, Profeta Moisés.

Probablemente, el escritor se identificaba con el felino: en momentos de ira, gruñía como un gato y los niños lo llamaban “el gato gris enojado”. Twain representaba a los gatos donde eran necesarios: en “Tom Sawyer”, en la historia “Pudd’nhead Wilson”, en “Following the Equator”.

Su mascota favorita era Bambino, un gato negro que podía lavarse por sí mismo, sacando agua de un tazón con su pata. También, Twain le enseñó a apagar la llama de una vela en una pequeña lámpara que él usaba para encender sus cigarros.

Cuando la luz de la lámpara le molestaba, le hacía una señal al gato: asentía dos veces, y el gato apagaba la llama de la vela con su pata, saltando sobre la mesita. Los invitados de Twain que observaban este truco por primera vez quedaban asombrados.

Mark Twain en su vida y en su obra insistía en que no hay armonía en una casa sin un gato. En la novela “Pudd’nhead Wilson” escribió: “Dicen que hay hogares perfectos sin gatos: engordados, mimados, acostumbrados a ser adorados. Quizás sea cierto, no lo discuto. Pero yo no he encontrado ninguno de esos”.

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