Le dije a mi suegra que se fuera después de ver lo que hizo en nuestra casa.

Mi esposo tiene la costumbre de no decirme cuándo espera visitas y, para ser franca, estoy cansada de eso. Tenemos un bebé de 8 meses y ya ha habido al menos 15 ocasiones en las que ha invitado a su madre o hermana sin avisarme, comenzando desde 4 días después del parto. Ambas viven a 3 horas de distancia.

Pues bien, mi suegra apareció aquí el sábado y yo acababa de acostarme con nuestra hija para tomar una siesta unos 20 minutos antes. Literalmente, acababa de quedarme dormida (con el pecho al aire, porque amamanto) cuando mi suegra y mi esposo entraron en el dormitorio. Me desperté con mi esposo acomodándome la camiseta y diciéndome: “Hey, mamá está aquí para vernos”.

Le dije: “Bueno, acabo de dormir al bebé, así que no estamos disponibles”. Él me susurró: “Cariño, ella acaba de viajar 3 horas para vernos.

Puedes dormir después de que se vaya”. He tenido la misma conversación con este hombre sobre mi opinión respecto a los invitados cuando no me han avisado previamente, y debido a esto, me enfadé mucho y le dije que saliera de la habitación, ahora.

Pues mi suegra dijo algo como “vamos, arriba, no viajé hasta aquí para nada” y comenzó a quitarme la manta. Entonces exploté y dije: “Sí, viajaste hasta aquí para nada porque mi hija y yo no vamos a salir de la cama para una visita no anunciada.

Sal de aquí, ahora”. Mi esposo simplemente se veía avergonzado y le dijo a su mamá “vámonos” y la sacó de la habitación mientras ella murmuraba sobre el respeto y otras cosas. Escuché la puerta principal cerrarse de golpe. Volví a dormir.

Me desperté una hora y media después y mi esposo estaba sentado en la isla de la cocina con una cara de enojo, y tan pronto como me vio, explotó. Dijo que no podía creer que lo hubiera avergonzado así y que no me habría matado levantarme de la cama por 30 minutos para que su madre pudiera verme a mí y al bebé.

Le dije una vez más que, a menos que me mantenga al tanto, no estoy dispuesta a recibir visitas. Estoy cansada de no saber qué está pasando y sentirme en la oscuridad en mi propia casa. Ahora jura y perjura que sí me avisó, cuando sé con absoluta certeza que no lo hizo.

Está intentando jugar la carta de “ella viajó 3 horas para nada”, pero realmente no me importa. Estaba cansada y necesitaba dormir. Visitar a un invitado no anunciado (para mí) no estaba en mi lista de prioridades.

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