La cola del gato

Una vez, un viejo gato estaba parado en medio de la plaza, observando a un gatito inquieto que intentaba atrapar su propia cola.

Lo intentaba una y otra vez y cada vez fracasaba. Cuando se detenía, era solo por el cansancio total, luego volvía a empezar y giraba en círculos.

Cansado de ver cómo el pobre gatito se frustraba con su objetivo, el viejo gato le preguntó: “Gatito, ¿por qué siempre estás tratando de perseguir tu propia cola?

¿No ves que es imposible?” ”

¿Imposible? No lo creo. Estoy buscando la felicidad, y para un gato, la felicidad es su cola, así que eso es lo que persigo. Y sé que algún día la alcanzaré y seré feliz”.

Entonces el gato mayor y por ende más sabio dijo:

“Hijo mío, aunque me ves aquí tan tranquilo y sereno, cuando era joven como tú, también pensaba que mi cola era la felicidad, pero cada vez que la perseguía, se escapaba. Así que llegué a la conclusión: voy por mi camino, y ¿sabes qué?, ¡ella me sigue! Y te puedo asegurar que así soy feliz”.

Esta historia nos enseña que la felicidad está muy cerca, al alcance de tu mano, y que tienes todo lo necesario para alcanzarla. Simplemente necesitas dejar de perseguirla obsesivamente, porque así nunca alcanzarás el horizonte.

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