Este Refugio de Montaña en Vermont es un Paraíso para los Perros y los Amantes de los Perros de Todo el Mundo

El complejo Dog Mountain en St. Johnsbury, Vermont, ha estado atrayendo a amantes de los perros y a sus compañeros caninos durante casi 20 años, y las correas son opcionales.

Diseñado por el artista estadounidense Stephen Huneck, cuenta con estanques para nadar, un curso de agilidad para perros y una galería de arte canino.

Pero quizás sea la capilla la que se ha vuelto más famosa, con sus paredes decoradas con notas, fotografías y poemas que conmemoran a queridos amigos caninos que han partido.

“Es una capilla de aspecto tradicional de Nueva Inglaterra, donde la gente puede venir, recordar a sus perros y celebrar los lazos que tenían entre ellos y sus mascotas después de que hayan partido”, dijo Pam McCann, gerente general de Dog Mountain.

“Las paredes de la capilla están llenas de recuerdos, hermosas notas y fotos de perros que han pasado, dejadas por personas de todo el mundo”, continuó.

Los exuberantes terrenos están situados en una cima de montaña privada de 60 hectáreas y están abiertos durante todo el año, incluso en estos días, de forma gratuita, para que el público pueda disfrutar de un poco de diversión canina con distanciamiento social.

“Estamos contentos de poder seguir ofreciendo el espacio del parque como un refugio y actividad en tiempos de COVID”, añadió McCann.

“Los perros son libres de correr, jugar, nadar y (lo mejor de todo) conocer a otros perros”, dice el sitio web. “Los perros no solo son bienvenidos aquí, sino que son apreciados”.

Stephen Huneck, un artista especializado en grabados en madera de perros juguetones, ha redefinido la frase “persona de perros”.

Huneck y su esposa, Gwen, compraron la propiedad en 1995 e inmediatamente comenzaron a construir este santuario onírico para perros.

Después de que la pareja falleció, su familia y amigos crearon la organización sin fines de lucro Friends of Dog Mountain, que ahora posee y administra el espacio en su memoria.

Originalmente un estudio de arte para Stephen, se transformó en mucho más.

“Decidió que quería crear un espacio que permitiera a las personas encontrar un cierre para sus queridos amigos peludos que han partido.

Ahora el espacio atrae a miles de personas de todo el mundo, que comparten el mismo amor por los perros.