Conozcan a la Alpaca que Cree que es un Perro y Viaja en un Auto Comprado Especialmente para Ella
Les presento a la alpaca que cree que es un perro, y que incluso viaja en un coche Vauxhall familiar, comprado especialmente para ella.
Annie, la mimada alpaca de dos años, fue rechazada por su madre y tuvo que ser alimentada con biberón cada dos horas por su dueño, Dannie Burns.
Esta curiosa historia comienza cuando Burns compró dos alpacas por impulso hace 14 años, tras perder su empleo. Dannie describe el mantenerlas como una “adicción” y tiene diez empleados en el Centro de Senderismo con Alpacas en Stirling para cuidar de estas, junto con vacas, ovejas e incluso un águila dorada.
Annie creció viviendo una vida lujosa como mascota de la familia y vaga a su antojo haciendo lo que quiere.
Al principio, Dannie, padre de tres hijos, la llevaba con él a todos lados ya que Annie necesitaba una estricta rutina de alimentación, y vivió en su casa en Stirling junto con tres perros y dos gatos.
Sin embargo, desde entonces ha sido prohibida de la casa debido a que mastica cables, asalta profiteroles en Navidad e incluso abre puertas con la boca.
Prefiere socializar con los tres perros Labradoodle y cree que es uno de ellos, y le encanta relajarse en los viajes en coche en la parte trasera del gran Vauxhall Zafira familiar comprado para acomodarla. Le gusta sacar la cabeza por la ventana y recientemente encantó a unos policías de tráfico que se detuvieron a tomarse fotos con ella.
“Estuvo en nuestra casa durante seis meses, siendo alimentada con biberón cada dos horas”, recuerda Burns. “Se comía todo: soldaditos de juguete, cintas, trozos de plástico, es una pesadilla”.
“Estuvo con nosotros los últimos dos años en Navidad, pero es muy traviesa, se comía los profiteroles y sacaba la lechuga del bol. Ahora duerme en el porche”.
Annie está actualmente esperando su propio bebé y Dannie no está seguro de cómo será su maternidad, ya que ha rechazado mezclarse con el rebaño de 75 alpacas que deambulan por los campos.
“Esperamos que regrese con el rebaño una vez que tenga a su bebé”, explica. “No quiere saber nada de las otras alpacas, se esconde cuando las ve o tal vez tiene un complejo de superioridad sobre ellas”.