Conoce al cerdo mascota sordo que lleva un ‘cinturón mágico’
Karen es una cerda muy especial. Tiene un cinturón mágico. Sí, leíste bien: un cinturón mágico. En realidad, es un collar de vibración que se ajusta cómodamente alrededor de su adorable y esponjosa barriga, que los cuidadores usan para comunicarse con ella. Usan entrenamiento con clicker con los otros cerdos, pero Karen es sorda, por lo que no puede escuchar el clicker.
Karen y sus dos hijos, Corwin y Colin, son cerdos kunekune que llegaron al Santuario de Animales Best Friends después de que fueron encontrados deambulando por el desierto a aproximadamente una hora de distancia. Originarios del clima templado y más húmedo de Nueva Zelanda, los kunekunes son sensibles al soleado y desértico ambiente del santuario.
Karen y sus chicos son altamente susceptibles al cáncer de piel, así que aplicarles protector solar todos los días es una necesidad. “Entrené a los chicos para permitirnos ponerles protector solar todos los días con entrenamiento de clicker, pero necesitábamos algo diferente para Karen, ya que es sorda,” explica la cuidadora Hailey Adams.
Un puente hacia el aprendizaje
Hailey explica que el clicker es lo que se llama un puente. Un puente puede ser cualquier cosa, desde un silbato hasta una palabra. Es algo que le hace saber al animal que hizo lo correcto en el momento en que lo hizo.
“Investigué lo que otros han usado como puentes para animales sordos y decidí sobre un collar vibratorio ya que es algo que ella puede sentir,” dice Hailey. “Lo envolvimos alrededor de su barriga porque los cerdos no tienen cuellos como los perros o los gatos.”
Karen aprendió rápidamente que la vibración de su “cinturón mágico” significaba que recibiría un premio de sus cuidadores. Luego vino el entrenamiento con vara de destino. Una vara de destino es una varilla ligera con una punta de color brillante que el cerdo aprende a tocar con su nariz.
“Cuando estamos entrenando a nuestros cerdos, usamos la señal ‘tocar’, para que los cerdos toquen la vara, hacemos clic con el clicker, y ellos reciben un premio,” dice Hailey. Para Karen, se trataba de asociar la vibración del collar con tocar la vara.
Esto ayuda a moldear comportamientos como caminar con calma, subir a una furgoneta, o incluso quedarse quieto para que le apliquen protector solar. Es un método efectivo y divertido de entrenamiento, especialmente para animales inteligentes como los cerdos.
Opciones y manzanas
“Este también es un entrenamiento de libre elección, por lo que ella puede optar por no participar si lo desea,” dice Hailey. Y a veces opta por no hacerlo. En su primer paseo, Karen encontró una manzana y salió corriendo a toda velocidad con ella en la boca. Eventualmente regresó a su acogedor granero, pero ignoró los intentos de Hailey para captar su atención, como diciendo, “Esta es mi manzana, y no puedes quitármela.” “Realmente, realmente no quería su manzana,” se ríe Hailey.
La siguiente caminata fue una historia diferente. Karen encontró otra manzana pero optó por participar esta vez, respondiendo a su collar. Tocó la vara de destino, recibió su premio, y felizmente regresó a su manzana, dándose cuenta de que Hailey no era una ladrona de manzanas — solo estaba enfocada en el entrenamiento.
Seguridad al tomar el sol de los cerdos
Después de dominar la vara de destino, Karen pasó a quedarse quieta para la aplicación de protector solar. “La señal ‘tocar’ implica colocar la vara de destino en el suelo para que ella la toque con su nariz,” explica Hailey. “Con una señal de ‘mantener’, la vara se sostiene en el aire, y se espera que mantenga su nariz contra ella y se quede quieta.”
Karen, siendo la cerda inteligente que es, captó la señal “mantenérla” rápidamente. “Ahora, le pido que mantenga, y alguien frota sus manos por sus costados y aplica protector solar,” dice Hailey. “Luego hago vibrar su collar y la recompenso por mantenerse quieta, que es exactamente el comportamiento que queremos.”
Gracias a su entrenamiento y cinturón mágico, ahora Karen se baña de manera segura bajo el sol del desierto, con mucho protector solar y sin una preocupación en el mundo — a excepción del ocasional ladrón de manzanas, por supuesto.