Un chico vio piedras sucias en un pozo, resultaron ser cachorros pequeños.
Un residente de Tailandia, Surachet Klaevkla, mientras iba a trabajar, escuchó un ruido extraño, parecía que alguien chillaba cerca.
El chico miró dentro de un viejo pozo y vio cómo se movían bolas de barro en el fondo.
El chillido continuaba proviniendo del fondo del pozo, y entonces Surachet se dio cuenta de que había seres vivos allí. Estaban tan cubiertos de barro que era imposible determinar a qué especie pertenecían. El chico bajó al pozo y sacó a cinco cachorros de allí.
Inmediatamente llevó a los cachorros a casa para limpiarlos. Después de largos baños, los cachorros volvieron en sí.
Surachet los alimentó y decidió quedarse con todos los perros en su casa. De esta manera, no solo salvó a los cachorros, sino que también encontró amigos leales.