Ernest Hemingway y sus 57 gatos

Ernest Hemingway fue, quizás, el escritor más “gatodependiente”, especialmente en el declive de su carrera y su vida.

La escritora escocesa Muriel Spark dijo una vez:

“Si necesitas concentrarte completamente en algún problema, especialmente en la escritura, definitivamente necesitas conseguir un gato. Si estás solo con un gato en tu oficina, el gato inevitablemente se subirá a la mesa y se dormirá pacíficamente bajo la lámpara. La tranquilidad y la serenidad del gato gradualmente influirán en el escritor y será más fácil concentrarse. Y no es necesario que mires constantemente al gato, solo su presencia es suficiente”.

Ernest Hemingway claramente compartía este pensamiento.

Ernest Hemingway era dueño de 57 gatos.

Todo comenzó con un pequeño gatito blanco como la nieve, regalado a Hemingway por el capitán Stanley Dexter.

El gatito, llamado Snowball (Bola de Nieve en español), tenía una característica particular: la polidactilia, es decir, tenía un sexto dedo en las patas. Hasta hoy, los gatos de seis dedos a veces se llaman “gatos de Hemingway”, ya que el creador de la novela “Adiós a las armas” involuntariamente estableció la tradición de criar estos gatos.

El escritor y su cuarta esposa, Mary Welsh, proporcionaron a los gatos una vida de completa libertad: existen muchas fotografías donde los gatos favoritos de Hemingway duermen en sus brazos, pasean por el patio y comen con él de los mismos platos en la mesa. Los descendientes de Snowball continuaron viviendo en la casa de Hemingway y se reprodujeron.

Hoy en día, en la casa-museo del escritor en Florida, viven 44 descendientes de Snowball, muchos de los cuales tienen seis dedos en las patas.

Los gatos de Hemingway son considerados un tesoro nacional, casi todos llevan el nombre de famosos escritores, artistas o grandes actores y actrices: Audrey Hepburn, Marlene Dietrich, Gertrude Stein, Pablo Picasso.

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