HISTORIAS DE INTERÉS

Una ovejita rescatada encuentra consuelo abrazando un enorme oso de peluche

Hace unos meses, Octavia llegó al santuario agrícola Edgar’s Mission, en Australia, tras ser rescatada de una granja comercial de ovejas.

El equipo de Edgar’s Mission no tardó en darse cuenta de que Octavia era alguien muy especial.

“El momento en que conocimos a este vivaz chiquillo con ese brillo en los ojos, entendimos por qué quienes lo rescataron se habían enamorado perdidamente de él”, escribió Edgar’s Mission en una publicación de Facebook sobre Octavia. “Pero bajo su suave y esponjosa lana, había una dolorosa historia clamando por ayuda.”

Octavia sufría varias condiciones físicas, incluido tener las pezuñas traseras expuestas y una boca dolorida e infectada. Los rescatadores se pusieron de inmediato a trabajar para asegurarse de que la pequeña oveja tuviera todo lo que necesitaba para recuperarse. Colocaron un enorme oso de peluche en su corral con la esperanza de que pudiera ofrecerle algo de consuelo.

Tan pronto como Octavia vio al gran juguete de peluche, supo exactamente qué hacer. Se acurrucó junto a su nuevo amigo y se acomodó enseguida.

El oso de peluche es solo uno de los muchos pequeños placeres que Octavia disfruta en Edgar’s Mission.

“Su capacidad para encontrar alegría en las cosas más simples nos llena el corazón”, escribió Edgar’s Mission. “Ya sea saltando con sus coloridas botas, acurrucándose con su gigantesco oso de peluche o viendo caricaturas (Scooby-Doo es su favorito).”

El carácter y la actitud positiva de Octavia son una fuente de inspiración para todos en el santuario.

“Su fuerza tranquila y su satisfacción nos inspiran a diario, fomentando la humildad, la gratitud y la resiliencia en nuestras propias vidas”, escribió Edgar’s Mission. “El viaje de Octavia refleja el poder transformador de la bondad y el desinterés… Octavia nos recuerda cada día por qué hacemos lo que hacemos.”

Hoy en día, Octavia continúa recuperándose, pasando mucho tiempo con Pam Ahern, fundadora de Edgar’s Mission. La defensora de los animales no deja de maravillarse con el pequeño cordero.

“El amor de Octavia por la compañía nos ilumina sobre cuánto los bebés humanos se parecen a los pequeños corderos”, comentó Ahern. “Ambos prosperan gracias a la conexión, el consuelo y una rutina que haga completo su mundo. Es un recordatorio poderoso de la necesidad universal de pertenencia y una prueba de que los seres más pequeños pueden ocupar los lugares más grandes en nuestros corazones.”

Leave a Reply