Llevo a mi Perro a Surfear Siempre que me lo Pide — Que es Casi Todos los Días
**Sábado**
**7:00 A.M.** Los perros y yo nos despertamos juntos para comenzar nuestra rutina diaria. Empezamos con el desayuno y luego salimos a dar un paseo matutino, disfrutando del sol y estirándonos para arrancar el día. Para las chicas, es un día como cualquier otro, pero Mylo sabe que no es así. Él puede sentir que es fin de semana, lo que significa que puede surfear todo el día.
**9:00 A.M.** Toda nuestra familia se dirige a Portlock Beach en Hawái. Nos gusta empezar temprano, antes de que haga demasiado calor para los perros. Siempre estamos atentos a cómo se sienten. La seguridad en la playa es súper importante para nuestros adorados compañeros peludos.
**9:30 A.M.** Mylo quiere empezar a surfear lo antes posible, pero me gusta comenzar el día con una actividad grupal para que sus hermanas no se sientan excluidas cuando salgamos al agua. Por alguna razón, Mylo está obsesionado con perseguir las salpicaduras de las piedras, así que le lanzo algunas y él corre tras cada una de ellas. Sus hermanas lo siguen durante un rato hasta que se aburren y empiezan a perseguirse entre ellas en la playa.
Mylo tiene una energía desbordante y es demasiado inteligente para su propio bien. Necesita estimulación mental constante. Puede repetir sus actividades favoritas una y otra vez sin cansarse, especialmente el surf.
**10:00 A.M.** Finalmente, es hora de surfear. En cuanto Mylo ve que tomo la tabla de surf, se emociona tanto que comienza a correr en círculos. No podría estar más feliz. El surf es su pasión.
Remamos juntos hacia el agua, y Mylo se posiciona en la tabla. Le tomó unos dos o tres meses sentirse cómodo sobre la tabla y otros dos meses más acostumbrarse a montar olas en la parte delantera. Nunca lo animé a aprender a surfear; siempre fue él quien insistió en subirse. Ahora está completamente enganchado.
**10:15 A.M.** Entramos en ritmo. Mylo está disfrutando al máximo, pero se impacienta esperando la próxima serie de olas. Normalmente llevo algunas piedras en mis bolsillos y las lanzo mientras esperamos. Persigue un par de salpicaduras antes de volver a subirse a la tabla para nuestra siguiente ola.
**11:15 A.M.** Solemos surfear durante aproximadamente una hora. No me gusta mantenerlo en el agua demasiado tiempo, aunque si fuera por él, estaríamos allí todo el día. Regresamos a la playa para reunirnos con sus hermanas y mi esposa.
**11:25 A.M.** Nos aseguramos de encontrar un lugar con sombra para salir del sol y refrescarnos un rato. Tanto Mylo como yo bebemos agua y descansamos después de una divertida sesión de surf.
**12:00 P.M.** A pesar de que Mylo no quiere, decidimos regresar a casa para descansar. Sus hermanas están cansadas, y preferimos volver antes de que haga demasiado calor.
**12:30 P.M.** Llegamos a casa y nos acomodamos. Los perros están emocionados por tomar una siesta. Mylo sueña con las olas, ansioso por volver al agua.
**4:30 P.M.** Es hora de prepararnos para regresar a la playa, y Mylo está encantado. Intenta ayudarme mientras empaco el auto y me preparo para nuestra próxima aventura.
**5:00 P.M.** Volvemos a la playa, el segundo hogar de Mylo, para nuestra segunda sesión de surf del día.
**5:30 P.M.** Mylo y yo repetimos nuestra rutina de la mañana. Surfear, perseguir algunas piedras entre las olas, surfear. Una y otra vez. Aunque literalmente acabamos de hacer esto hace unas horas, para Mylo es como la mañana de Navidad cada vez.
**6:30 P.M.** Remamos de regreso a la playa por última vez ese día. Mylo se acerca y me llena de besos. Es su forma de darme las gracias después de una divertida sesión de surf.
**7:00 P.M.** Regresamos a casa. Mylo se despide de la playa, ansioso por dormir, despertar y hacerlo todo de nuevo al día siguiente.