Un gatito que fue encontrado afuera con tan solo dos semanas de vida muestra un espíritu “pequeño pero poderoso” y no permite que nada lo detenga
Un buen samaritano encontró a un gatito solitario afuera, sin su madre ni sus hermanos. Lo llevaron a un hospital veterinario de emergencia, y se estimó que tenía solo dos semanas de vida.
El gatito era solo piel y huesos pero tenía una gran voz. Tenía hambre y necesitaba desesperadamente alguien que lo alimentara con biberón para proporcionarle cuidados las 24 horas. El personal veterinario contactó a un refugio local de animales con la esperanza de que alguien pudiera cuidarlo temporalmente.
Cuando Nadija de AnimalLuvr’s Dream Rescue llegó para recoger al gatito, quedó instantáneamente encantada con la maravilla del tamaño de la palma de una mano que le gritaba.
“Tiene unos pulmones impresionantes y está listo para su comida”, compartió Nadija.
El gatito comenzó a alimentarse de su biberón inmediatamente y sorbió la fórmula como un campeón. No soltaría el biberón hasta que se hubiera terminado hasta la última gota. “Pasó mucho tiempo sin comer antes de ser rescatado”.
La gatita, a la que llamaron Nori, encendió su pequeño motor de ronroneo y comenzó a roncar después de la abundante comida. Esa noche, pudo dormir profundamente en una cama cómoda y cálida, con el estómago lleno. Se le dieron muchas cosas suaves y un juguete para que se acomodara.
Por un tiempo, lloró pidiendo atención constante, por lo que Nadija colocó un juguete que simula un latido y una manta de piel sintética en su cuna para brindarle más consuelo.
“Espero que algo ‘peludo’ pueda ayudarla a acurrucarse y dormir un poco mejor”. Después de unos días de cuidado meticuloso, la gatita estaba de nuevo en camino, ganando peso y llenándose de energía. “Nori está creciendo tan rápido ahora y parece una mini gata”.
Se volvía cada vez más activa e inquisitiva acerca de su entorno y necesitaba un espacio más grande para satisfacer su necesidad de aventura.
Una vez que tocó el suelo de su nuevo espacio de juegos, comenzó a moverse, corriendo por el lugar como una pequeña dinamo.
“Tuvo la oportunidad de explorar el pasillo con mi perro, Ollie, vigilándola de cerca, y luego nos acurrucamos en el sofá”.
El gatito puede ser pequeño, pero su espíritu es grande y valiente, el más valiente de todos.
Ollie, el gigante amable, acogió al gatito bajo su ala y le permitió acurrucarse y amasar sobre él buscando consuelo.
Esta semana, Nori ha alcanzado otro hito importante. Está comenzando a jugar con juguetes por primera vez en su vida.
Nori tenía juguetes esparcidos por el corral pero nunca mostró mucho interés hasta ayer, cuando de repente atacó algunos juguetes cercanos y comenzó a jugar con ellos.
Con un hogar temporal lleno de amor, la pequeña gatita luchadora está prosperando y su personalidad está emergiendo. Vive cada día al máximo, y nada puede detenerla de amar la vida.